SERGIO MASTE
El pase de México a octavos de final, tras derrotar de manera contundente 3-1 a Croacia en el Mundial de Brasil, fue celebrado por infinidad de aficionados que se congregaron en las principales plazas de varias ciudades del país, y Cancún no podía ser la excepción.
Decenas de cancunenses hicieron parecer que el monumento a “El Ceviche” fuera insuficiente para la cantidad que festejó el avance de la Selección Mexicana a la siguiente ronda de la Copa del Mundo. Al grito de “puto el que no salte, puto el que no salte”; y entonando el “Cielito Lindo” se desbocaron los cientos de aficionados al balompié todas las edades, y de todas la condiciones, que se dieron cita en el lugar que han convertido como una tradición para celebrar triunfos deportivos.
Los goles del Kaiser de Michoacán, “El Principito” y “Chicharito” hicieron vibrar a miles de corazones aztecas y México mantuvo su racha de clasificar a octavos de final desde el Mundial de Estados Unidos 1994.
Ahora le toca Holanda , en Fortaleza, para buscar el anhelado quinto partido de una Copa del Mundo, existe confianza y podría ser Brasil el lugar en que México haga historia, y que la medalla de oro en los Juegos Olímpicos no sea solo un espejismo.
