José Luis Cupul, “La Mamba Negra” de Cozumel, con el “veneno” en los puños

* A pesar de su juventud, tiene claro que su camino en el boxeo apenas comienza. Mientras combina sus estudios con su carrera pugilística —desea estudiar lenguas inglesas—, este joven cozumeleño se prepara para dar el salto al profesionalismo.

Por Sergio Masté

En el mundo del boxeo, los apodos no se eligen al azar. Representan la esencia del luchador, lo que refleja su estilo dentro del cuadrilátero y la intimidación que provoca en sus rivales. José Luis Cupul Caballero, de Cozumel, es conocido como “La Mamba Negra”, un sobrenombre que evoca la letalidad de una de las serpientes más peligrosas del planeta. A sus 18 años, y con tan solo seis de haberse adentrado en el boxeo, este joven ya ha conquistado siete cinturones, 10 medallas y suma más de 100 combates en su carrera, con solo cinco derrotas en su historial.

Desde muy pequeño, Cupul mostró una afinidad natural por los deportes. Practicó fútbol, atletismo y karate, destacándose en esta última disciplina al punto de coronarse campeón en un torneo. Sin embargo, no fue hasta que descubrió el boxeo que encontró su verdadera pasión. “Me gusta mucho el contacto físico. Probé varios deportes, pero ninguno me atrapó como el boxeo”, comenta con la seguridad de alguien que ha hallado su camino.

Su carrera comenzó en la academia “Sugar Team Boxing Club”, dirigida por Henry “Sugar” Salgado López, un entrenador que ha moldeado a la Mamba Negra, convirtiéndolo en una amenaza dentro del ring. Fue precisamente Salgado quien le dio el apodo que hoy resuena en cada torneo en el que participa. “Mi entrenador decidió llamarme así porque, al igual que la mamba negra, noqueo rápido y de manera impredecible a mis oponentes”, explica Cupul.

ENTRENAMIENTOS EXHAUSTIVOS

Este joven talento, que actualmente compite en los 71 kilos, ha recorrido varios pesos en su trayectoria, adaptándose y dominando en cada uno de ellos. Sus entrenamientos son exhaustivos. Su día a día transcurre entre las aulas de su preparatoria y las largas sesiones de entrenamiento, que incluyen corridas matutinas y varias horas en el gimnasio. Su disciplina es implacable, tanto que sus pasatiempos giran en torno al deporte. “Entrenar, entrenar y entrenar”, dice entre risas cuando se le pregunta sobre sus aficiones.

A lo largo de su carrera, José Luis ha protagonizado momentos inolvidables, pero también situaciones difíciles. Recuerda con pesar una pelea en 2022, cuando en un golpe, rompió accidentalmente el brazo de su oponente. “No sé si fue que tiró mal el golpe o fue mi puñetazo, pero le quebré el brazo”, rememora. Aunque este incidente fue desafortunado, también marcó su pase a la fase regional y, posteriormente, a la nacional.

Cupul ha tenido 20 knockouts a lo largo de su carrera, un número impresionante para su edad. Su golpe favorito, el volado a la mandíbula, ha sido el arma principal con la que ha despachado a muchos de sus rivales. A pesar de todo, lo que realmente lo impulsa no es el miedo a ser golpeado, sino el temor a la derrota. “No tengo miedo de que me peguen, pero sí me asusta perder”, confiesa.

COMBINA SUS ESTUDIOS CON EL BOX

Con varios títulos y medallas a su nombre, incluyendo el prestigioso Guantes de Oro en dos ediciones, José Luis mira hacia el futuro con ambición. “Mi sueño es debutar como profesional y, si Dios quiere, llegar a ser campeón del mundo”, dice con determinación. Entre sus referentes en el deporte están figuras como Shakur “Sugar” Stevenson, Canelo Álvarez y Gervonta Davis, todos ellos campeones mundiales.

A pesar de su juventud, la Mamba Negra tiene claro que su camino en el boxeo apenas comienza. Mientras combina sus estudios con su carrera pugilística —desea estudiar lenguas inglesas—, este joven cozumeleño se prepara para dar el salto al profesionalismo. No cabe duda de que, con su destreza y disciplina, veremos su nombre en los grandes escenarios del boxeo mundial.

Por ahora, José Luis Cupul continúa entrenando bajo la tutela de Henry Salgado, manteniéndose fiel a su equipo y su estilo de pelea, siempre listo para el próximo desafío.

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