Por Andrés Dávila
A los 24 años de edad, Abner Eduardo Gamboa Ku, mejor conocido como «El Faraón» en su tierra natal y «Kú» en el centro del país, se perfila como una promesa del boxeo mexicano. Este joven cancunense, con una trayectoria de esfuerzo, sacrificio y amor por el pugilismo, representará a Quintana Roo desde las filas del Ejército Mexicano en el LXXXIX Campeonato Nacional Élite Varonil 2024, que se celebrará del 20 al 27 de enero de 2025 en el Centro Deportivo Olímpico Nacional.
UN SUEÑO QUE COMENZÓ A LOS 7 AÑOS
Abner inició su carrera en el boxeo bajo la tutela del profesor Adrián Núñez, quien le enseñó las bases del deporte. Desde su primer sparring, en el que «me dieron hasta para llevar», supo que el boxeo sería parte esencial de su vida. A pesar de mudanzas y adversidades, su pasión no disminuyó, entrenando con diversos profesores en Cancún, incluyendo al padre del reconocido «Torito» Tut y en gimnasios como el “Toro” Valenzuela.
A lo largo de su etapa amateur, participó en torneos municipales y nacionales, destacando en los Guantes Dorados y representando a Quintana Roo en etapas regionales y nacionales. Aunque nunca logró vencer al destacado Celex Castro, Abner aprendió de cada derrota, entendiendo que «a veces se pierde, pero siempre se aprende».
DE LOS GUANTES DORADOS AL SUEÑO DE SER CAMPEÓN MUNDIAL
Abner Eduardo Gamboa Kú, el destacado pugilista cancunense, recuerda con nostalgia y orgullo sus inicios en el boxeo, cuando participó en los Guantes Dorados. “Me tocó la fortuna de ganar en mi debut”, comenta sobre aquella primera victoria que marcaría el rumbo de su carrera.
Su camino comenzó con el apoyo de su familia y su entrenador, quien lo llevó a ganar el estatal tras vencer al talentoso Cuno Canto, pupilo del recordado entrenador «Chino» Celis. “De ahí nos fuimos a nuestra primera etapa regional en Tabasco 2014”, rememora. Aunque viajó solo como representante de su gimnasio, Gamboa se alzó con el oro tras derrotar a los locales y a representantes de Yucatán y Tabasco.
El siguiente reto fue el nacional en Puebla, donde un rival de Sinaloa o Sonora frenó su camino. “Fue una derrota dura, subes con la ilusión de siempre ganar”, confiesa. Sin embargo, esta experiencia lo motivó a entrenar con mayor dedicación, inspirado por las palabras de su padre: “Si quieres lograr algo, tienes que esforzarte el triple”.
Abner se enfrentó al prometedor Celex Castro en tres ocasiones durante su etapa amateur, todas con derrotas. Pero lejos de desanimarse, esas peleas lo formaron. “A veces se pierde y a veces se aprende”, reflexiona. Para él, cada rival fue una lección valiosa que lo preparó para debutar profesionalmente en 2019.
Hoy, Gamboa Kú aspira a cumplir su máximo sueño: convertirse en campeón mundial. “Entré con la ambición de llegar lejos, y cada experiencia me ha ayudado a seguir creciendo”, remarca con la misma determinación que lo ha acompañado desde sus primeros pasos en el cuadrilátero.
UN RENACER EN EL EJÉRCITO
Abner se unió al Ejército Mexicano. Ahí encontró una segunda oportunidad para brillar en el ring, destacando en torneos de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas Federales. Ganó campeonatos en lugares emblemáticos como Tepito y la Arena Naucalpan, enfrentándose a boxeadores aguerridos que le exigieron al máximo.
Gracias a su disciplina y experiencia, ha sido entrenado por el profesor Elías Emigdio, conocido como el «Tigre de Ixcala», quien lo ha guiado hacia el alto rendimiento.
SUEÑOS DE GRANDEZA
Con un récord amateur de 39 peleas, 34 triunfos y 5 derrotas, Abner se prepara para conquistar el Campeonato Nacional de Primera Fuerza. Su meta es clara: representar a México en el Mundial de Boxeo en Astaná, Kazajistán, en mayo de 2025, y eventualmente llegar al profesionalismo con un cinturón verde y oro como su mayor ambición.
«Voy con la mentalidad de ganar, porque si no vas con esa mentalidad, mejor no vayas», asegura Abner, quien ve en el boxeo no solo una pasión, sino un legado que desea dejar a su hijo de dos años.
«EL BOXEO ES UNA LECCIÓN DE VIDA Y UN SUEÑO POR CUMPLIR»
Gamboa Kú, pugilista cancunense con un profundo amor por el boxeo, compartió su visión sobre la disciplina que ha moldeado su vida. “Lo que más me gusta del box es que te enseña que con esfuerzo y dedicación puedes lograrlo todo. Los sueños se cumplen con trabajo y sacrificio”, aseguró.
Desde muy joven, Gamboa encontró en el boxeo una escuela de vida. “Hay días en que sientes que no puedes más, pero hay que sacar ese extra, y eso te ayuda en todo: en el trabajo, en la vida misma”, reflexionó. No obstante, lamentó la falta de apoyo que enfrenta el deporte en México: “Hay muchos chavitos con un talento increíble, pero no reciben el respaldo necesario. Somos potencia mundial; imagínese si se apoyara más”.
Gamboa confesó su admiración por leyendas como Marco Antonio Barrera, Érik «El Terrible» Morales, Juan Manuel Márquez y Julio César Chávez, íconos que inspiraron su carrera. También destacó al ucraniano Vasyl Lomachenko por su trayectoria amateur impecable. “Lo que hizo Lomachenko es fenomenal: casi 500 peleas y solo una o dos derrotas. Es un ejemplo de disciplina”.
El camino de Gamboa no ha estado exento de pausas. “Abandoné mi sueño por dos años. Pensé que había perdido mi oportunidad, pero entendí que los sueños no mueren, solo se pausaron”, confesó. Ahora, con una nueva oportunidad en el horizonte, Abner se siente motivado no solo por él mismo, sino también por su hijo: “Entreno pensando en él. Quiero demostrarle que el sacrificio vale la pena y hacer que se sienta orgulloso”.
Abner dice en un mensaje para quienes comparten su pasión: “Persigan sus sueños, trabajen por ellos. Los obstáculos siempre estarán, pero las oportunidades son para quienes las buscan. Nunca se rindan; el sacrificio siempre tiene su recompensa”.
UN EJEMPLO DE PERSEVERANCIA
Abner Eduardo Gamboa Ku es un reflejo del espíritu de superación que caracteriza a los grandes deportistas. Su historia es testimonio de que, con esfuerzo y determinación, los sueños pueden alcanzarse, incluso desde un rincón tan lejano como Cancún hasta los escenarios internacionales del boxeo.