*»no se implementa lo suficiente. La cultura deportiva enseña a sociabilizar y a conocer tus capacidades y limitaciones. Al final, el deporte no solo se trata de lo físico también afecta tu salud mental. Aprendes a manejar tus emociones y a conocer quién eres».
Por Andrés Dávila
Brenda Portocarrero Meza, destacada nadadora y entrenadora en el Club Fitness Time, comparte su perspectiva sobre las ventajas de practicar un deporte y el impacto que ha tenido en su vida. Para Brenda, una de las principales ventajas de la natación, especialmente en su disciplina de monoaleta, es el fortalecimiento físico. «La parte física es fundamental; las piernas se fortalecen enormemente, y los pulmones se ejercitan al máximo. La natación es el deporte más completo y exige una buena condición física, que solo se logra dentro del agua», explica.
La nadadora resalta que su condición física ha mejorado notablemente: «Te crece la fuerza en las piernas y tu corazón se ejercita, bombeando más sangre, lo que lo hace más fuerte». Además, enfatiza que el deporte va más allá de los beneficios físicos. «Practicar un deporte te abre muchas puertas y te transforma en una persona diferente. Te enseña a ser disciplinado y a esforzarte por alcanzar tus objetivos, no solo en el ámbito deportivo, sino en todos los aspectos de la vida», reflexiona.
Brenda también aborda un tema poco discutido: la importancia de la cultura deportiva en México. «No se implementa lo suficiente. La cultura deportiva enseña a sociabilizar y a conocer tus capacidades y limitaciones. Al final, el deporte no solo se trata de lo físico; también afecta tu salud mental. Aprendes a manejar tus emociones y a conocer quién eres», añade.
Su día a día es un constante balance entre el entrenamiento, la escuela y el trabajo. «Entreno, voy a clases, hago servicio social y trabajo. A veces, tengo que encontrar tiempo para descansar. Mis sábados, aunque trabajo, son mis días para desconectarme de la rutina», comenta. A pesar de su apretada agenda, Brenda asegura que esta estructura le ha enseñado a organizar su tiempo y a adaptarse a los cambios.
Desde que se unió al Club Fitness Time, donde imparte clases de natación, Brenda ha encontrado una nueva pasión. «Antes no quería enseñar lo que sabía, pensaba que era una estrategia de competencia. Sin embargo, al crecer, comprendí que una de las cosas más bellas es dejar una huella en la vida de otros», reflexiona. Ahora, se siente realizada al ver el progreso de sus alumnos y contribuir a su desarrollo personal y físico. «Ver a mis alumnos felices y que están aprendiendo es una de las recompensas más gratificantes», concluye.
Brenda Portocarrero Meza es un ejemplo de cómo el deporte no solo transforma el cuerpo, sino también la mente y el alma, convirtiendo desafíos en oportunidades y dejando una huella positiva en quienes la rodean.