
* El deporte no es solo una actividad, sino un estilo de vida para la familia. Desde el ciclismo y el boxeo, hasta el baloncesto, las artes marciales mixtas y el ajedrez, cada miembro de la familia ha encontrado su camino y ha dejado su huella en el mundo deportivo. Con una herencia tan rica en logros y una pasión que claramente no tiene límites, el futuro de los Nieva López promete estar lleno de más triunfos y, sin duda, inspirará a las generaciones venideras.
Por Andrés Dávila
En el mundo del deporte en Cancún, pocos nombres resuenan con la fuerza y diversidad del apellido Nieva López. Esta familia ha convertido el amor por el deporte en una tradición que se transmite de generación en generación, y los logros alcanzados por sus miembros son prueba de su dedicación y pasión.

A sus 17 años, Sibiery Alejandra Nieva López ha dado un golpe contundente en el ámbito de las artes marciales mixtas (MMA), conquistando una medalla de oro en su primera participación en el Campeonato Nacional de la disciplina. Este triunfo no solo marca un hito en su carrera, sino que también la posiciona como una de las jóvenes promesas del MMA en México. «Soy una persona que busca cumplir sus objetivos sin importar las barreras que le pongan enfrente y peleando con el corazón», expresa Sibiery, reflejando el espíritu incansable que ha llevado a su éxito.

Su hermana, Lizeth Álvarez Nieva López, de 19 años, no se queda atrás en la lista de logros familiares. Lizeth ha destacado en múltiples disciplinas deportivas a nivel competitivo. En el baloncesto, ha cosechado un sinfín de medallas, mientras que en el taekwondo ha obtenido lugares distinguidos, demostrando su versatilidad y talento en diferentes escenarios. Su capacidad para sobresalir en más de un deporte subraya la disciplina y el esfuerzo que caracterizan a los Nieva López.

El hermano menor, Henry Josué Nieva López, también ha dejado su marca en el mundo deportivo. Después de participar durante dos años en artes marciales mixtas, Henry decidió cambiar de rumbo y enfocarse en el ajedrez, donde rápidamente destacó al ganar el primer lugar en un torneo interestatal de escuelas. Su transición de un deporte de combate a uno de estrategia demuestra una mente aguda y una versatilidad digna de admirar.

Detrás de estos jóvenes talentosos, están sus padres, José Nieva Ramírez y Lizbeth López, quienes también han dejado una huella imborrable en el deporte. José, un deportista de artes marciales mixtas, ha sido una fuente de inspiración y guía para sus hijos. Por su parte, Lizbeth ha demostrado ser una fuerza a tener en cuenta en el baloncesto, donde ha ganado campeonatos en diversas ligas, tanto en Ciudad de México como en Cancún. Además, ha mostrado su habilidad en el tocho bandera, participando en la Liga de Lagartos, donde también ha conseguido éxitos.


El linaje deportivo de los Nieva López no comienza con José y Lizbeth; se remonta a la generación anterior. El abuelo Martín Nieva Sánchez fue un destacado ciclista y boxeador. Fue seleccionado nacional en ciclismo por el ex Distrito Federal, hoy Ciudad de México, en la década de 1970, y logró un tercer lugar a nivel nacional. Sus habilidades lo llevaron a ganar varios primeros lugares en la Ciudad de México y en el Estado de Hidalgo. Además, Martín también practicó el boxeo, demostrando la diversidad deportiva que ha caracterizado a la familia.

Por otro lado, la abuela Anastasia Puc Santiago sigue siendo un ejemplo de vigor y dedicación. Como ciclista, pertenece al grupo de Fridas Cancún y se mantiene activa en las competencias. Recientemente, obtuvo el cuarto lugar en una categoría de profesionales de mujeres y hombres, y se prepara para una próxima competencia en Umán, Yucatán.





