En Sevilla, se impuso 2-0, pero dejó en claro que le cuesta convertir y que le falta para el Mundial, a 14 días de su debut ante Holanda, por el Grupo B
SEVILLA (DPA).- La selección española le ganó hoy 2-0 a Bolivia en su primer amistoso de preparación para el Mundial, una cita en la que el combinado de Vicente del Bosque evidenció que todavía le queda trabajo para llegar en la mejor condición a Brasil.
El partido, jugado en el estadio Sánchez Pizjuán de Sevilla, se resolvió con un discutido penal transformado por Fernando Torres al comienzo de la segunda parte y luego Andrés Iniesta sentenció con un vistoso tanto un partido en el que España volvió a evidenciar que le falta gol. Su mejor juego se vio cuando prescindió de un delantero puro.
Del Bosque alineó a un equipo muy competitivo teniendo en cuenta las ausencias de los jugadores de Real Madrid y Atlético, más el todavía débil estado físico de futbolistas como Iniesta, Sergio Busquets o Jordi Alba, entre otros. Lo más llamativo fue el debut del mediocentro Ander Iturraspe, quien demostró que tiene jerarquía para ir al Mundial.
El seleccionador español dará mañana la lista definitiva con los 23 futbolistas que viajarán a Brasil y quizá Iturraspe sea una de las sorpresas. En estas horas, las especulaciones serán múltiples, en especial con el espinoso asunto de los delanteros.
Torres fue titular ante Bolivia y no se puede decir que su actuación despejara incógnitas, por más que marcara de penal en la segunda parte. No consiguió transmitir seguridad para el puesto más indefinido de la selección española. Diego Costa sigue siendo la esperanza de Del Bosque y los médicos, de acuerdo con su estado físico, decidirán en estas horas si será el «nueve» español.
El encuentro transcurrió conforme a lo esperado. España acaparó la posesión, como casi siempre, pero evidenció que todavía está en los albores de su preparación para el Mundial. Aun así, le alcanzó para generar un buen número de ocasiones, aunque demostró que le cuesta mucho hacer goles. Es su eterna asignatura pendiente y a ello contribuye la falta de un delantero de plenas garantías.