CAMPEÓN BAJO LA LLUVIA

Valentino Rossi agitaba la cabeza mientras miraba los neumáticos de Marc Márquez, que agitaba la cabeza mientras miraba los neumáticos de Valentino Rossi. Antes de tomar la salida en Assen, uno de los dos se equivocaba y para adivinar quién era sólo había que levantar la vista: aún llovía. El italiano, aún nido de arrebatos, calzaba neumáticos de seco, ‘slicks’, mientras el líder del Mundial de MotoGP, cada vez más matemático, montaba ruedas de mojado, seguro como el resto de la parrilla. Finalmente el primero cedió

 

Tras múltiples ruedas de reconocimiento, Rossi decidió variar su táctica y se fue a boxes, desde donde tomó la salida, obligándose a una remontada que finalmente vio, se podía haber ahorrado. Tras encenderse los semáforos, el cielo, tan caprichoso como amenazante durante toda el Gran Premio de Holanda, cesó su actividad y todos los pilotos, tras pasar cinco veces por meta, tuvieron que entrar en los garajes para cambiar de moto. Se jaleó el ya conocido ‘salto de la rana’ de Márquez, algún que otro mecánico se jugó el tipo para frenar a su piloto…

Pero por entonces la carrera también se había aclarado. Tras una espectacular salida, Dovizioso, que partía sexto, respondió a todos los que llevaban las últimas temporadas preguntándose cuál es el proyecto Ducati: al parecer, lucir cuando llueve. El italiano, quinto en el campeonato, se fue pronto con Márquez, le aguantó el mano a mano e incluso luego, cuando el campeón cometió varios errores con los elásticos habituales, en el ecuador de la prueba, le llegó a sacar hasta cuatro segundos de ventaja que invitaron a pensar en su victoria.

Ni por asomo. Tras adaptarse de nuevo al pilotaje en seco (aunque su equipo mantenía la segunda moto preparada por si…), Márquez enmendó el perjuicio creado en apenas cuatro vueltas y tomó la cabeza para seguir y seguir con su racha. Un pleno de ocho de ocho resume ahora su inicio de temporada, 200 puntos sin rémora, con 72 de ventaja sobre Rossi que, acabó quinto tras la gran ascensión (y un bello adelantamiento a Andrea Ianonne) y un Dani Pedrosa que tuvo que pelear sobremanera para batir a Aleix Espargaró, cuarto.

«La carrera ha sido muy difícil. Antes de empezar estaba muy nervioso porque no tengo mucha experiencia en mojado y otros pilotos sí. Luego me he sentido bien pero la pista se ha secado muy rápido y cuando he puesto los ‘slicks’ casi me caigo. He decidido calmarme y tirar hasta el final. Estoy muy contento, muy contento por el resultado», explicaba después de celebrar su victoria simulando unas brazadas sobre la moto, a toda velocidad, y uniéndose, como ya es habitual, a sus aficionados, esta vez utilizando la plataforma de un cámara.

«Esta carrera era muy diferente al resto, ha empezado con mucho caos, al principio no sabía qué hacer y he decidido asegurar. No he querido tirar mucho así que he perdido a Márquez y Dovizioso, ha sido una pena», anotaba junto a él Pedrosa, mucho más calmado, incluso decepcionado, no en vano él había resultado vencedor de las últimas carreras pasadas por agua, como la celebrada la temporada pasada en Le Mans o hace dos cursos en Valencia (donde remontó desde el pit lane) o Sepang.

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