Después de la semana más complicada de la última década en el Foro Itálico, Rafael Nadal ha logrado su clasificación para su novena final del torneo en su partido más sencillo de la semana. Venció con rotundidad a Grigor Dimitrov y buscará su octavo título (16.00 h., TVE1) contra Novak Djokovic. A diferencia de Milos Raonic, que llevó al límite al serbio antes de caer después de tres horas de partido, 6-7 (5), 7-6 (4) y 6-3. Dimitrov demostró estar demasiado tierno en un encuentro que empezó a perder al entregar su servicio en blanco en el primer juego.
Nadal buscará así su segundo título consecutivo, tras imponerse la semana pasada en Madrid a Kei Nishikori, que hubo de retirarse cuando dominaba el marcador. Campeón también en Doha y en Río, el número uno del mundo se encuentra en un proceso de autoreivindicación después de su curso más flojo sobre arcilla desde que se encuentra en la élite. Cuartofinalista en Montecarlo y Barcelona, afina su puesta a punto para Roland Garros, que comienza el día 25.
HUELLAS DEL ACNE
En su primera semifinal de un Masters 1.000, Dimitrov, con 23 años recién cumplidos, demostró que aún le pesan las huelllas del acné. Su tenis exquisito, comparado a Roger Federer desde que asomó en las competiciones inferiores, resultó demolido por el oficio de un Nadal que ha ido en progresión a lo largo del torneo.
Tras vencer en tres sets a Simon y Youzhny en las dos primeras rondas, estuvo a dos juegos de la derrota contra Andy Murray en cuartos, antes de una nueva exhibición de carácter.
Nadal ha perdido en los tres últimos encuentros con Djokovic, que ha vuelto a la actividad en Roma una vez recuperado de su lesión en la muñeca derecha. Manda 13-3 en los cruces entre ambos sobre polvo de ladrillo, si bien cayó ante ‘Nole’ en el mismo escenario hace tres años, también con el título de por medio.