ÉPICA, TWITTER Y UN PODEROSO NAIRO

La organización anunció el descenso neutralizado del Stelvio y después lo desmintió

 

Honor y gloria a los héroes del ciclismo, con nombres y apellidos. A Nairo Quintana, Rigoberto Urán, Ryder Hesjedal, Pierre Rolland, Cadel Evans, Wilco Kelderman, Domenico Pozzovivo, Fabio Aru, Rafal Majka, Sebastián Henao. Y a los demás, que soportaron las condiciones extremas en una etapa para superhombres.

Nairo Quntana es el nuevo líder, después de una ascensión fantástica a Val Martello, donde destrozó a sus rivales, y distanció a Hesjedal en el durísimo kilómetro final, y a Rolland, poco antes. Fueron sus acompañantes en el tramo decisivo de una etapa en la que los jueces y un tuit inoportuno sembraron la confusión, lo último que les faltaba a los ciclistas.

El twitter oficial del Giro anunció que la etapa se neutralizaba en el descenso del Stelvio, pero los jueces desmintieron tal extremo. Algunos ciclistas, incluidos varios favoritos, pensaron que no podían adelantar a las motos con bandera roja, el famoso efecto ‘safety car’ que cualquier conductor ha experimentado en una autopista cuando delante se pone un vehículo de la Guardia Civil de Tráfico. Nairo Quintana, sin embargo, adelantó las motos y se unió a Cataldo, que iba en cabeza para afrontar el tramo final de la etapa con ventaja.

 

Recuerdos de la piruleta

Gavia, Stelvio. Sólo los nombres ya infunden respeto. Cascadas, torrenteras, nieve en las cunetas. Paredes blancas que causan pavor. Carreteras mojadas. Anécdotas. En 1994, en una de las etapas más memorables del Giro, un policía demasiado celoso con su trabajo, estuvo a un paso de boicotear la carrera. En mitad del Stelvio, carretera estrecha y la piruleta roja en alto. «Paren, no se puede pasar. Sólo los ciclistas», y allí, en caravana, una veintena de coches de prensa, de equipos, parados por orden del agente. Y el pelotón unos minutos por detrás, comenzando la ascensión.

No puede ser, y el policía, piruleta en alto, en medio de la calzada, un par de minutos. De repente un chasquido en el walkie-talkie la voz de un superior. «¿Qué haces?, ¿estás loco? ¡Déjales pasar inmediatamente!» Después la cima, pintadas en los bloques de hielo, dos grados bajo cero, una fotografía rápida y al coche, camino del Mortirolo, cerca de la meta en Aprica. Allí, a sólo unos kilómetros, el público toma el sol, a más de 20 grados, antes de la exhibición de Pantani y de Indurain, desfallecido después en un puerto de tercera, el Valico Santa Cristina. (agencias)

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