La decisión de Richard Schaeffer de dejar el cargo de CEO de Golden Boy Promotions -Óscar de la Hoya- ya tuvo su primera consecuencia, pues Floyd Mayweather Jr., campeón de peso Welter y Súper Welter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), anunció que no volverá a combatir bajo la promoción de GBP.
El anuncio de Floyd es un durísimo golpe para De la Hoya pues representa perder no solamente al mejor boxeador del momento, sino al más taquillero, quien en realidad es dirigido por el promotor estadounidense Al Haymond.
A Óscar solamente le queda como carta fuerte el mexicano Saúl ‘Canelo’ Álvarez, quien sin querer podría verse beneficiado. La razón es muy simple: De la Hoya buscará aliarse con quien hasta hace unos días era su enemigo número uno, Bob Arum, Top Rank, para la realización de grandes combates, porque además será la única forma que ambos tendrán para sobrevivir dentro del negocio de los puños; la relación Haymond-Schaeffer está a nada de controlar el pugilismo mundial.
De salir con la mano en alto el próximo 12 de julio en Las Vegas, Nevada, ante Erislandy Lara, ‘Canelo’ habrá asegurado un pleito multimillonario con Manny Pacquiao que se celebraría en octubre próximo, en Macao, China, ante las constantes negativas de Juan Manuel Márquez a combatir por quinta vez contra el filipino a pesar de que la oferta fue superior a los 10 millones de dólares.
La relación Schaeffer-Haymond será benéfica para el boxeo. Muchos enfrentamientos que no sean afectados por intereses comerciales, o problemas entre promotores, se podrían dar.
Pero la unión también debe tener preocupado a los dirigentes de los cuatro organismos más grandes del pugilismo mundial porque a partir de este momento podrían haber peleas sin cinturón de por medio, pero que sean del interés general y eso puede provocar un cisma dentro del pugilismo internacional. Los grandes beneficiados sin duda serán los aficionados y las mismas televisoras, quienes verán incrementadas sus ganancias. (agencias)