«Vamos a jugar por la gente del país», anunciaron los jugadores de Grecia antes de disputar el partido de octavos ante Costa Rica. Nada de primas. Y los helenos, que se estrellaron en la tanda de penaltis contra Keylor Navas, cumplieron su promesa y renunciaron a los premios acordados por participar en el Mundial. Una excepción, un camino a seguir por muchos otros países.
«No queremos esta bonificación. Jugamos sólo por Grecia y su pueblo», señaló el plantel en una carta al primer ministro Antonis Samaras, según confirmó el viceministro de Deportes, Giannis Andrianos.
A cambio, los jugadores pidieron a Samaras que se construya un nuevo campo de entrenamiento para el equipo. «El Estado hará todo lo posible para que la selección reciba esa valiosa infraestructura», señaló Andrianos, según el cual Samaras recibió gratamente sorprendido la inusual iniciativa del equipo