LATINOAMERICANA DIVIDIDA ANTE DERROTA DE ARGENTINA

Muchos latinoamericanos celebraron la derrota de Argentina ante Alemania en la final del Mundial de Brasil, en especial el anfitrión y su vecino Uruguay, donde los hinchas prefirieron decirle adiós a la copa en Sudamérica antes que ver triunfar a un país con fama de alardear.

 

Brasil se quedó contento de que el archirrival de la Seleçao no saliera campeón, pese a que Alemania fue quien los eliminó del torneo en su propia casa al ganarles 7 a 1 en semifinales.

«Gracias a Dios que ha ganado Alemania. Menos mal. Si ganaban, se iban a burlar de nosotros durante años», dijo el brasileño Caio Ferraz, de 45 años.

Desde que Brasil quedó fuera del mundial, Argentina no ha parado de humillarlo. «Brasil decime qué se siente, tener en casa a tu papá», fue el hit del momento en el país latinoamericano que llegó a la final.

La canción fue portada del diario deportivo Olé y fue entonada ante las cámaras de televisión por el exastro Diego Maradona en el programa «De Zurda» del canal multiestatal Telesur.

«Cuando ví el gol de Alemania, solté un grito, incluso yo me avergoncé. Pero todo bien, valió la pena. Esos argentinos son muy pesados, pero quien ríe último ríe mejor», comentó a la AFP el brasileño Deivid de 23 años, quien trabajó como voluntario en el estadio Maracaná, donde se celebró la final.

– «Se agrandan demasiado» –

El anhelo de que la copa del Mundo quede en Latinoamérica tampoco encontró espacio en Uruguay si la condición era que ganara Argentina.

En Montevideo, muchos celebraron la derrota albiceleste, en respuesta a la clásica rivalidad futbolística que divide a los vecinos rioplatenses.

La celeste tiene dos copas del mundo (1930 y 1950) al igual que Argentina (1978 y 1986), y muchos uruguayos no querían ver al vecino país acumular una más que ellos.

En el centro de la capital uruguaya el grito de gol alemán se sintió fuerte y en algunos barrios se tiraron fuegos artificiales.

«Argentina no podía ganar porque están muy cerca nuestro y son realmente insoportables cuando ganan, se agrandan demasiado y nadie los aguanta», dijo a la AFP Pedro Aguirre, quien miró el partido en el Mercado Agrícola, donde cientos de personas siguieron el encuentro en pantalla gigante.

Lincoln Maiztegui Casas, historiador uruguayo, atribuye esta posición a «un complejo de enano envidioso, un acto de mezquindad porque ellos siempre son partidarios nuestros».

Un sondeo publicado por el diario The New York Times ya mostraba la impopularidad de la albiceleste. Sólo un 20% de los chilenos, un 14% de los colombianos, un 7% de los costarricenses y un 6% de los mexicanos se declaraban seguidores del equipo liderado por Lionel Messi.

«Pienso que el triunfo alemán es justo. En un momento quería que ganase Argentina porque los brasileños eran muy mala onda con ellos. Pero tras el partido vi cómo unos argentinos agredían a un pobre brasileño y recordé esa mala vibra de algunos de los argentinos, que es a veces fruto de su prepotencia», comentó a la AFP Felipe Quiroz, un abogado chileno fanático del fútbol que asistió a la final en Brasil.

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