Bate el récord de precocidad femenina. Alcanzó la cima el 23 de mayo tras recorrer la cara norte de la montaña
La joven Malavath Poorna, oriunda del estado indio de Andhra Pradesh ha batido el récord de precocidad femenino en alcanzar la cima del Everest (8.848 metros), cuando el pasado 24 de mayo, pisó lo más alto con 13 años y 11 meses de edad. Fue seleccionada por el Instituto de Alpinismo del Himalaya de Darjeeling, donde fue entrenada junto con otros jóvenes de procedencia humilde durante los últimos meses.
Por muy pocos días Malavatha no ha batido el controvertido récord que estableció el estadounidense Jordan Romero, quien en 2010 consiguió hacer cima con 13 años, 10 meses y 10 días. Del mismo modo que hizo Romero, la estudiante india ha subido por la ruta normal de la cara norte, Tíbet, aprovechando la primera ventana de buen tiempo que se ha dado esta temporada en el techo del mundo. Junto a ella subió otro estudiante del mismo centro, Anand Kumar, de 18 años, que se ha convertido en el primer dalit en el techo del mundo. También llamados los intocables, los dalits constituyen la casta más baja de la arcaica sociedad de la India.
Ese día pisaron cumbre unos cincuenta escaladores más, todos por la misma ruta. Destaca entre ellos el americano Bill Burke, quien ha subido con 72 años. También lo intentó el alemán Ralf Dujmovits, 52 años y marido de Gerlinde Karlterbrunner (tercera mujer con los 14 ochomiles), quien alcanzó 8.300 metros sin oxígeno embotellado, dándose la vuelta en ese punto por causa del agotamiento.
En la cima, pero la mitad de la ruta en helicóptero
Un día antes de que Poorna pisase lo más alto, la empresaria china Wang Jing se convirtió en la primera persona en alcanzar esta temporada la cumbre del Everest. Lo hizo en compañía de cinco sherpas, con los que recorrió la ruta normal de la montaña de la vertiente sur, Nepal, después de haber sido remontada en helicóptero por encima de la Gran Cascada de Hielo del glaciar de Khumbu.
Este tramo clave de la escalada había sido abandonado, después de la muerte de 16 sherpas el pasado 18 de abril como consecuencia de una avalancha. La posterior huelga de los trabajadores del Everest obligó a retirarse de la montaña a los más de 300 escaladores enrrolados en diferentes expediciones comerciales, quedando desequipada la ruta.
El Gobierno de Nepal ha repetido con insistencia que a pesar de todo, la montaña permanecía abierta, aunque la falta de cuerdas fijas y escalas que asegurasen el tramo clave de la ruta, hacía prácticamente imposible el ascenso, ya que las autoridades nepalesas tienen prohibido utilizar helicópteros en el Everest por encima del campamento base, salvo situaciones excepcionales como rescates.
Wang Jing, junto con la brasileña Cleo Weidlich, quien intentaba el cercano Lhotse pero que pronto se retiró sin hacer cima, encontró la manera de saltarse la prohibición, excusándose con un permiso de filmación. De esta manera lograron salvar la letal Cascada de Hielo, empezando su escalada por encima de 6.200 metros. Según testigos situados en el campamento base, los helicópteros han hecho estos días más de 20 viajes para abastecer a la alpinista y a los cinco sherpas y dos cocineros que subieron con ella, lo que demuestra la determinación (y el dinero, el coste de cada vuelo se estima en torno a 2.000 dólares) de la china por alcanzar la cima del Everest. Su interés, aparte de lograr el punto más alto de la Tierra era conseguir el llamado Grand Explorer Slam, consistente en alcanzar las Siete Cumbres (las 7 cumbres más altas de los 7 continentes) y los dos polos.
La presencia de fuertes vientos en lo alto de la montaña, obligó a Wang y a sus sherpas a iniciar el último día de escalada, a partir del collado Sur, a la inusual hora de las 9.00 de la mañana (lo habitual es salir a medianoche o incluso al atardecer). Hizo cima a unas más que tardías: 6:20 pm, después de haber sido equipado con cuerdas fijas, al menos, el escalón Hillary. (agencias)