“GANAR A TODA COSTA” ¿Por qué no nos gusta perder?

Mily Zavala Moreno.

Las emociones en el deporte

En el comienzo de la historia el mundo representaba un peligro constante para el ser humano teniendo éste que luchar por todo; para no morir de frío, poder obtener comida o para no ser devorados por un animal. Se veían obligados a competir para lograr obtener la preferencia de una mujer o el trozo de alimento más grande. Competir era cuestión de supervivencia.

 

Ese instinto competitivo pasó de generación en generación, y tres millones de años más tarde forma parte de la conducta humana como una conducta instintiva, revelándose desde edades muy tempranas, como cuando los hijos pequeños compiten por la atención de la madre.

Todos disfrutamos de la experiencia del triunfo. La victoria es placentera. Cuando ganamos nos sentimos muy bien y nos gusta esa sensación.

Con el triunfo se generan en nuestro cuerpo hormonas como la dopamina -que nos da sensación de bienestar- y endorfinas -que combaten el agotamiento y nos hace sentir eufóricos-.

Escogemos nuestros combates con cuidado, e instintivamente elegimos aquellos donde sabemos que podemos ganar, o aquellos en donde nos enfrentamos a competidores en nuestras mismas condiciones. Si nuestro contrario nos parece más rápido o más fuerte y corremos el riesgo de una pérdida inminente, tendemos a evitar la competición.

 

¿Por qué evitamos enfrentarnos a quienes consideramos que tiene muchas más posibilidades  de ganar? ¿Por qué no nos gusta perder?

Cada caso deberá examinarse en particular, pero en la generalidad, debido a nuestros genes heredados aunados a la sociedad actual en que vivimos que nos refuerza la competitividad y en la cual se admira de forma fanática el éxito, traemos una programación mental en la cual vemos el hecho de perder como algo abrumador.

Perder nos sienta mal. La derrota se ha vuelto una experiencia que se vive como un suceso negativo y que tratamos de evitar a toda costa.

Algunas de los motivos por los que evitamos perder son el miedo al fracaso, miedo a perder la reputación, miedo al ridículo, miedo a perder la imagen, miedo a que nos vean como perdedores o fracasados. Perder significa que hemos cometido un error, e instintivamente evitamos quedar mal delante de los demás, aunque los demás sean personas que no conozcamos y no volvamos a ver. Evitamos a toda costa la sensación de malestar que nos provoca.

Ganar es bueno, es muy bueno, el ser humano necesita vivir éxitos para autoafirmarse. Necesita ganar para recordar sus victorias y éstas sean estímulos que lo lleven a buscar nuevos logros. Ganar es el resultado de  nuestro trabajo y de nuestro esfuerzo.En la victoria debemos también reconocer y valorar el esfuerzo de nuestro contrario, y debemos ser conscientes de lo efímero que es el éxito. Darle la importancia que merece con mesura.

Perder es parte de la vida. Perder también es cosa de valientes, porque sólo el que se atreve a salir de su zona de confort e intenta lograr cosas nuevas y diferentes adquiere con ello el riesgo de la perdida. Y siempre será mejor perder en el intento que vivir en la duda de si se pudo haber ganado o perdido. La derrota trae consigo el regalo de la experiencia.

Al perder pueden influir factores como no ser realistas con nuestras capacidades o limitaciones (optimismo fuera de realidad), subestimar a nuestros rivales, no estar lo suficientemente preparados  o enfrentarnos a un rival superior. Las derrotas hay que superarlas y no permitir que paralicen nuestros deseos de volver a intentarlo o de seguir adelante.

A veces ganaremos y a veces perderemos, forma parte de la vida.

 

Disfrutemos de competir mientras enfocamos nuestros esfuerzos en dar lo mejor de nosotros  mismos y, si aun así no ganamos, aceptemos tranquilamente, con sencillez y humildad las derrotas mientras nos seguimos preparando para la próxima victoria.

 

No siempre se gana, ni siempre se pierde. Y eso está bien, relájate. Sólo no dejes de prepararte ni de intentarlo las veces que sea necesario.

 

Hasta el próximo artículo amigos de Diagonal Sport.

 

Mily Zavala Moreno.

Hipnoterapeuta.

Estudiante de Tanatología.

Curso de emociones.

milyzavalam@live.com

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