EL MAL PERDER DEL ‘PIOJO’ HERRERA

México deberá seguir esperando para volver a jugar unos cuartos de final del Mundial. Se cumplen ahora 28 años desde su última presencia en la ronda a la que sólo llegan los ocho mejores y como mínimo pasarán otros cuatro para igualar su mejor resultado en el torneo, que curiosamente logró en las dos ocasiones en que fue país anfitrión (1970 y 1986). En Brasil la selección americana encadenó su sexta eliminación consecutiva en octavos, un golpe muy duro que no fue capaz de encajar el técnico Miguel Herrera, que en la rueda de prensa posterior al partido criticó con dureza el arbitraje de Pedro Proença y su designación para este partido por ser portugués y que uno de los contendientes fuese europeo.

 

«En los cuatro partidos que jugamos en Brasil, tres tuvimos a árbitros desastrosos. Robben se tiró tres ‘clavados’ y, claro, el tercero fue la vencida» lamentó el seleccionador, muy molesto porque el extremo no fuera amonestado por lo que a su juicio fueron tres simulaciones.

Pocas dudas genera la segunda de ellas, en la que Robben busca descaradamente el contacto y exagera cuando lo encuentra. En la tercera, Márquez cayó en la trampa del holandés aunque él niega que cometiera infracción: «No fue penalti, no le toco. Piso el suelo y no a él. Es él el que me toca a mí. De diez faltas que recibe Robben, cinco se deja caer y eso no es ‘fair play».

El peculiar entrenador de México fue más allá en sus quejas y señaló directamente a la FIFA cuando dijo no entender «por qué designaron a un árbitro que es de la misma confederación que uno de los equipos que juegan».

«Nosotros nos vamos a México y espero que este árbitro se vaya también para su casa. Sólo así, los que tienen que juzgarle demostrarán que hacen bien su trabajo», agregó el técnico.

Más allá de lo dicho sobre el árbitro, el ‘Piojo’ Herrera resumió las razones de la derrota de México de la siguiente manera: «Esos últimos minutos no se tenían que haber jugado, tendríamos que habernos llevado la pelota a las esquinas y dejar que pasara el tiempo, que el rival se desesperara. Nos descuidamos en el rebote -dijo en referencia al gol del empate de Sneijder-. Habíamos hecho un buen trabajo pero el equipo se tiró muy atrás y se le empezó a regalar oportunidades a un equipo que no había hecho nada».

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