Lo que para muchos niños es un simple juego, para Juan Carlos Gamboa fue algo más serio, el actual parador en corto de los Diablos Rojos del México pudo hacer realidad sus sueños, al convertirse en un pelotero profesional.
De pequeño, el nativo de Los Mochis, Sinaloa, Juan Carlos soñaba con ser un jugador famoso y es por eso que le daba por ponerse nombres de las estrellas del momento en Grandes Ligas, inclusive de los Cañeros de Los Mochis y de ahí se le quedó el apodo de «Haper».
Incluso llegó a decir que se llamaba Ty Gainey, quien actualmente es su coach de bateo. «El día que le dije a Ty Gainey, soltó la carcajada».
Desde los 2 años y medio sus padres lo llevaron a jugar beisbol a la liga infantil de Ahome, en Los Mochis, Sinaloa. «Desde entonces el gusto por el beisbol siempre ha sido primordial. Era diferente a los demás niños, me acostaba con un bat. A mí no me gustaban las caricaturas, yo lo único que quería era ver juegos de beisbol».
Un poco más grande, y como él lo dice: «cuando ya tenía un poco más uso de razón sobre el beisbol, me gustaba mucho ver jugar a José Luis «Borrego» Sandoval, Carlos «Pocha» Orrantia y Ramón Orantes. Estas tres personas me han ayudado bastante, he aprendido a jugar por ellos».
Ahora no tan solo las ha conocido en persona, sino que ha podido jugar con ellos y contra ellos, siendo una sensación que no cambiaría por nada.
Su llegada a los Diablos Rojos se dio a los 16 años y fue gracias a que un amigo de su padre le habló para decirle del tryout que realizarían en el «Emilio Ibarra Almada», casa de los Cañeros de Los Mochis. Pidió permiso a la escuela y se presentó, Roberto Castellón lo firmó y lo enviaron
Cuando estampó su firmar cursaba el segundo año de preparatoria, platicó con su padre y acordaron que terminara la preparatoria y lo trataron con la gente de Diablos, los cuales aceptaron.
TACITA DE CAFÉ
A sus escasos 23 años, el nativo de Los Mochis, Sinaloa llegó en el momento preciso a la institución escarlata, después de haber estado tres años con la organización de los Mets de Nueva York. Ahora retorna al equipo capitalino y le preguntamos cómo se siente en su retorno.
«Un poco más de experiencia, porque ahora ya jugué en el Pacífico donde me he ganado mi titularidad con los Cañeros. Soy un Juan Carlos Gamboa totalmente diferente, más agresivo, un poquito más maduro beisbolísticamente hablando y un jugador que se entrega al ciento por ciento en el terreno de juego», expresó Gamboa al término de su práctica de bateo.
Un consejo que tiene muy presente de su señor padre es jugar al cien todo el tiempo, jugar el beisbol como si fuera el último día de tu vida, yo disfruto, lo aprovecho al máximo y trato de aprovechar cada juego que tenga, cada turno al bat». (agencias)