NECESIDADES DE NUTRIENTES Y ALIMENTACIÓN DEL DEPORTISTA

Lic. Nut. María Isabel Hernández Garduño

Mari.isabel.hdez @hotmail.com

La alimentación del deportista, como en cualquier otra persona, debe realizarse atendiendo a sus necesidades nutricionales. Estas necesidades están en relación con una triple función que cumplen dichos nutrientes:

 

  • La energética, es decir la de proporcionar la energía necesaria para poder realizar todas las funciones orgánicas y más específicamente, el movimiento voluntario y los procesos termoreguladores.
  • La reguladora, es decir la que permite mantener un adecuado metabolismo energético y un compensado estado de equilibrio anabólico – catabólico, principalmente a nivel muscular.
  • La función plástica o estructural, gracias a la cual cada deportista va a intentar mantener aquella composición corporal que le es más favorable para conseguir el rendimiento esperado (por ejemplo, bajo peso corporal en especialidades de larga duración y gran volumen muscular en deportes que requieren una gran aplicación de fuerza máxima).

            Como norma general, cabe decir que una dieta sana y equilibrada puede cubrir perfectamente todos los requerimientos del deportista.

            No existen alimentos completos que contengan todos los nutrientes y en la cantidad óptima requerida por el cuerpo humano. Un alimento pueda suministrar diferentes nutrientes; sin embargo siempre tendrá alguno en mayor cuantía, que será el que establezca su clasificación. Si en una dieta o menú diario entran a formar parte por lo menos uno o dos alimentos de cada grupo, y en la cantidad suficiente, el resultado será una alimentación correcta.

 

Existen seis grupos de alimentos en la rueda, a los que se les asigna un color diferente, según su función principal:

• Alimentos plásticos o formadores de tejidos donde predominan las proteínas (color rojo).

            – GRUPO I: leche y derivados (yogur, queso…).

            – GRUPO II: carnes, pescados y huevos.

 

• Alimentos mixtos: energéticos, plásticos y reguladores (color naranja).

            – GRUPO III: legumbres, frutos secos y papas.

Son alimentos principalmente energéticos porque aportan calorías, pero también son plásticos (porque contienen proteínas vegetales) y reguladores (por sus vitaminas y minerales).

En ellos predominan los hidratos de carbono y proporcionan cantidades importantes de fibra, necesaria para regular el tránsito intestinal.

 

• Alimentos reguladores donde predominan las vitaminas y los minerales (color verde).

            – GRUPO IV: verduras y hortalizas.

            – GRUPO V: frutas.

Intervienen en los mecanismos de absorción y utilización de otras sustancias nutritivas. También aportan fibra alimentaria.

 

• Alimentos energéticos (color amarillo).

            – GRUPO VI: cereales (pan, pasta, maíz, harina, etc.), miel, azúcar y dulces. En ellos destacan los hidratos de carbono.

            – GRUPO VII: mantecas y aceites. Alimentos energéticos. En ellos predominan los lípidos o grasas.

Una dieta monótona, basada en muy pocos alimentos o pertenecientes todos a un mismo grupo conduce a un déficit de uno o más nutrientes.

            El aporte de vitaminas y minerales se fundamenta en el importante papel estructural y funcional, principalmente a nivel metabólico; el de agua, dado que la misma es el medio donde se desarrollan todas las reacciones físico-químicas y como elemento estructural del organismo, así como para evitar problemas de la regulación de la temperatura y, para finalizar, el aporte de fibra es imprescindible para un correcto tránsito intestinal de los alimentos por el intestino, permitiendo la adecuada eliminación de los productos de desecho, ayudando a los procesos de desintoxicación orgánica y, por tanto, de recuperación.

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