Por: Pepe Marín
Amigos un placer saludarlos ahora que se ha cumplido prácticamente el primer tercio de la temporada 2014 de la Liga Mexicana de Beisbol, con las votaciones rumbo al Juego de las Estrellas en marcha; y con muchas situaciones extraordinarias que se han presentado en las últimas dos semanas, que nos dejan en claro que ningún equipo está exento de pasar por un slump bateador, o batallar en demasía con su cuerpo de lanzadores.
Durante la estancia la semana pasada de los campeones Tigres de Quintana Roo en casa, se presentaron dos situaciones totalmente extremas; ya que mientras el cuerpo de lanzadores abridores tuvo su mejor semana del calendario; los bateadores bengalíes pasaron muchos apuros para poder conectar el batazo oportuno, tan es así que en algo atípico, los felinos fueron dejados en cero, en par de ocasiones, en un lapso no mayor a cuatro juegos.
Ya lo hemos comentado en columnas anteriores, en cuanto a que el departamento más sólido de los quintanarroenses en lo que va de la temporada es sin lugar a dudas el trabajo que han venido desempeñando los pitchers abridores, y quienes durante la semana pasada dieron muestras de su enorme calidad una vez más.
Durante los juegos celebrados ante Toros de Tijuana y Diablos Rojos del México la semana pasada en el estadio Beto Ávila, de los cinco inicialistas de los felinos, cuatro de ellos superaron la séptima entrada, y en el caso de Fabio Castro, fueron 15 episodios de labor sumando sus dos salidas, con solamente dos hits, dos carreras, 15 ponches, y seis bases por bolas; sobresaliendo su joya ante los escarlatas, donde lanzó ocho capítulos sin hit ni carrera.
Castro alcanzó su quinto triunfo del calendario, pero también aunque de manera un tanto injusta sufrió su primer descalabro desde que viste el uniforme de los de bengala.
Los otros abridores felinos que superaron las siete entradas la semana anterior fueron Pablo Ortega, Amauri Sanit, y Kelvin Villa.
Pero mientras el pitcheo lucía, el bateo felino sufría, y es por ello que esas sólidas actuaciones monticulares, terminaron por ser opacadas; ya que la ofensiva bengalí, solo pudo anotar once carreras en seis juegos, que les alcanzó para rescatar par de victorias; pero olvidando a 51 corredores en base, simplemente una barbaridad.
Le tocó ya a los Tigres sufrir esta anemia de producción, pero es un mal del cual ningún equipo se salva; y lo podemos ver con los mismos Diablos Rojos del México, quienes pese a que sacaron un juego en Cancún, solamente pudieron anotar cuatro carreras en los tres desafíos celebrados en el Beto Ávila, con tan solo 13 imparable, además de que en su gira por la península su marca fue de 1-5 en ganados y perdidos.
Y para dejar más que claro que a todos los pasa; que tal el clavario que sufrió el manager de los Guerreros de Oaxaca, Héctor Estrada Soto con sus lanzadores el martes pasado en contra de los Tigres, donde regalaron la nada agradable cifra de 18 bases por bolas, para implantar una nueva marca de la LMB. O ni que decir de lo que paso ese mismo día en Aguascalientes, donde ni los tres cuadrangulares dados por Willis Otañez, pudieron evitar que los Rieleros cayeran 18-16 en extra innings contra los Sultanes de Monterrey.
Es beisbol, y en este maravilloso deporte todo puede pasar, por el momento muchas gracias, que la pasen muy, pero muy bien…y recuerden que ¡En Quintana Roo, nos rayamos con los Tigres!.