*Llegó hace 18 años a Puerto Morelos y fue testigo del ascenso de “Duro” May en el boxeo. Esa relación se estrechó cuando el campeón fundó su propio gimnasio en el municipio y lo invitó a entrenar con él.
Por Andrés Dávila
José Rodolfo de Jesús Poot, conocido como “Chinty”, es una figura destacada en el mundo del boxeo en Puerto Morelos, Quintana Roo. Este entrenador del GYM Team Duro May no solo ha contribuido al éxito de otros en el cuadrilátero, sino que ha forjado su propio camino desde humildes comienzos en el pequeño municipio de Tetiz, Yucatán. Hoy, sueña con llevar sus habilidades a Las Vegas, una meta que considera cada vez más alcanzable.
La historia de “Chinty” comenzó cuando era un adolescente que trabajaba en una tortillería de Tetiz para ayudar a su familia. Desde joven, sentía la necesidad de apoyar en el hogar y, con su primer sueldo de 400 pesos, experimentó “una de las sensaciones más bonitas”: darle dinero a su madre, Jacinta Poot. A los 15 años, buscó salir de su pueblo para probar suerte en otro lado. Su hermano, que ya estaba en Puerto Morelos, fue el vínculo que lo llevó al destino donde cambiaría su vida para siempre.
Al llegar a Puerto Morelos, Chinty comenzó trabajando como lavaplatos en el restaurante «La Playita» (cuyo nombre real es La Petita), propiedad de la madre de Luis “Duro” May, un boxeador local que luego se convertiría en su amigo y mentor. Con su energía y determinación, pronto fue ascendiendo en la cocina, donde llegó a ocupar el puesto de cocinero. Al mismo tiempo, empezó a interesarse en el boxeo, especialmente al ver el crecimiento de May en el ring.
MANOPLEADOR, SU PRIMER ROL EN EL BOX
Durante sus primeros años en Puerto Morelos, Chinty fue testigo del ascenso de “Duro” May en el boxeo. Esa relación se estrechó cuando May fundó su propio gimnasio en el municipio y lo invitó a entrenar con él. Chinty aceptó el desafío de ayudar en los entrenamientos, comenzando como manopleador, un rol que desempeñó con nerviosismo al principio, pero que rápidamente dominó con disciplina y dedicación. Pronto se involucró en el entrenamiento de boxeadores, especialmente de peleadores profesionales como «El Hueso», «El Chino Canul», y otros jóvenes prometedores como Uriel y Karlitos, quien actualmente compite a nivel internacional y se entrena en el CEDAR, centro deportivo de alto rendimiento.
Con el tiempo, “Chinty” se fue consolidando como entrenador en el GYM Team Duro May, que ha sido reconocido como uno de los tres gimnasios con más triunfos en el estado. “Chinty” no olvida sus raíces y siente una profunda gratitud hacia su mentor. Su sueño de llegar a Las Vegas se nutre de la filosofía que repite constantemente: “Si cabe en tu mente, cabe en tu mundo”. Aunque aún enfrenta obstáculos, como el proceso de obtener su visa para viajar a Estados Unidos, él sabe que, con su esfuerzo actual, ese anhelo puede hacerse realidad.
Por ahora, “Chinty” sigue enfocado en formar a la próxima generación de campeones, trabajando en un gimnasio que empezó como una palapa improvisada y hoy es un espacio consolidado para entrenar atletas. Con la mirada puesta en Las Vegas, José Rodolfo “Chinty” Poot sigue adelante, demostrando que su esfuerzo y dedicación son el reflejo de alguien que no teme soñar en grande y que, algún día, verá esos sueños cumplidos en la «Ciudad del Pecado».
FORMADOR DE TALENTOS
Con años de experiencia y dedicación, “Chinty” ha formado a jóvenes talentos y hoy es un referente en la comunidad. Desde sus inicios, agradece a Luis “Duro” May, figura icónica del boxeo local, con quien ha forjado una colaboración que continúa impulsando el desarrollo de los atletas en la región. «Estoy muy agradecido con el campeón Luis ‘Duro’ May porque el proyecto todavía sigue, y pues vamos a seguir trabajando para alcanzar cada una de las cosas que queremos», expresa Poot con emoción.
Lo que comenzó como una pequeña iniciativa en una palapa con apenas tres o cuatro niños ha evolucionado a una escuela de 30 estudiantes, en la que han surgido campeones y campeonas, como los hijos de Luis “Duro” May. Desde el inicio, estos jóvenes fueron fundamentales para el crecimiento del gimnasio, con logros tan importantes como el campeonato de Guantes Dorados que obtuvo Luis Antonio May Cadena en su primer año, consolidándose como una inspiración para los nuevos atletas. «Hijo de tigre, pintito», comenta «Chinty», recordando el papel crucial de la familia May en la evolución del proyecto.
Para «Chinty», entrenar a los hijos de su amigo y campeón Luis “Duro” May es un honor que mezcla lazos familiares y un compromiso emocional: “Entrenar a los hijos del campeón es una sensación muy padre, lo hago porque me gusta. Cuando ellos van a subir, siento nervios y una mezcla de emociones tremendas”, confiesa. Su relación con los alumnos va más allá del entrenamiento físico, pues cada pelea se convierte en un evento emocional, especialmente cuando se trata de los hijos del campeón.
EXPERIENCIA Y COMUNICACIÓN
El crecimiento del equipo ha requerido la ayuda de otros entrenadores, como Daniel Angulo, quien ha sido un apoyo en el gimnasio. Para Poot, la experiencia y la comunicación son fundamentales. Incluso cuando hay múltiples peleas simultáneas, él elige estar al lado de los alumnos que requieren más apoyo emocional. «Me ha tocado varias veces que tengo tres peleas al mismo tiempo, y entonces decido acompañar a quien más nervioso esté», comenta.
Además de la dedicación en el entrenamiento, Poot está comprometido con los procesos de sus deportistas, comprendiendo que cada atleta responde de manera distinta a la presión. La federación mexicana de boxeo subraya la importancia de no apresurar el desarrollo de los deportistas, algo que «Chinty» aplica en su filosofía. «Cada deportista tiene un proceso y una mentalidad distinta», menciona, consciente de que la paciencia y el apoyo son esenciales para su progreso.
El gimnasio en Puerto Morelos ya se prepara para los próximos retos: la Olimpiada Nacional y el Festival Olímpico, dos de los torneos más importantes para los jóvenes boxeadores. Aunque existen desafíos logísticos, Poot y su equipo continúan trabajando con la vista puesta en futuros eventos y metas. Entre los jóvenes destacados, Hanny se proyecta para debutar profesionalmente, mientras que Karlitos planea buscar su pase a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, una meta que llena de esperanza al entrenador y a toda la comunidad de Puerto Morelos.
COMPROMISO INQUEBRANTABLE
Aunque recientemente surgieron rumores sobre la posible exclusión del boxeo de los Juegos Olímpicos, Poot se mantiene optimista: “Todavía lo están platicando, y en 2025 se decidirá. Creo que solo cambiará la organización, pero el boxeo no se va».
No obstante, Poot se ha enfrentado a dificultades, como peleas en las que considera que sus alumnos han sido injustamente calificados o derrotas inesperadas, como la vez en que un alumno quedó fuera por 50 gramos en la báscula. A pesar de los contratiempos, su pasión y su compromiso por el boxeo son inquebrantables, y su enfoque sigue siendo el desarrollo de los jóvenes atletas.
La esperanza y dedicación de “Chinty” al boxeo de Puerto Morelos es un ejemplo de pasión, perseverancia y amor por el deporte que inspira a jóvenes y adultos por igual, consolidando su legado en el corazón de esta comunidad.