
** Luis “Duro” May, desde la experiencia, le ha dado un consejo fundamental: “Sin disciplina no hay nada. Es la llave que abre la puerta al éxito. Entrenar en la mañana, en la tarde, descansar bien… con eso vas a tener éxito”, asegura el veterano campeón.
Por Sergio Masté
El próximo 19 de abril, en el pintoresco puerto de Sisal, Yucatán, un nuevo capítulo comenzará en la historia del boxeo mexicano. Antonio “Duro” May Jr., de apenas 19 años, debutará en el profesionalismo enfrentando a Jesús “Gemelo” Valdez en un combate pactado a cuatro rounds en peso pluma. El apellido ya resuena en los cuadriláteros, pero Toño, como le dicen en casa, está decidido a forjar su propio legado, más allá de la sombra de su padre, el multicampeón Luis “Duro” May.
“Los golpes no es algo que me da tanto miedo. En el ring, ya ni se sienten. Lo que más me pesaba era pensar cómo me iba a ver, cómo me iba a ir”, confiesa Antonio, quien, con sinceridad, admite que el miedo escénico casi lo aleja del boxeo. Sin embargo, fue la disciplina la que lo rescató. “Todo está en la mente y en la disciplina”, repite como mantra aprendido de su padre.
Aunque no siempre soñó con ser boxeador —sus días transcurrían entre videojuegos y amigos—, algo cambió cuando se puso los guantes y empezó a sentir el impacto del deporte no solo en su cuerpo, sino también en su vida. “Me di cuenta que el box me ayuda, me relaja, me hace pensar mejor. Es un deporte muy completo”, dice.
El camino amateur de Toño ya tiene logros significativos: fue campeón de los Guantes Dorados y subcampeón regional, con apenas dos derrotas en su carrera previa. Y mientras afina su estilo y potencia en el gimnasio, también se levanta temprano para correr entre 6 y 8 kilómetros al día, complementando su preparación con jornadas en el ring y trabajo físico.
Pero el joven May no solo ha aprendido a pelear, también a emprender. Es dueño de una barbería en Puerto Morelos, reflejo de la enseñanza paterna que valora el esfuerzo y el trabajo diario. “Mi papá siempre nos enseñó a ganarnos las cosas. Yo también quise emprender lo mío”, cuenta con orgullo.
Para Toño, el ejemplo en casa es innegable, pero también admira a boxeadores como el japonés Naoya Inoue, por su explosiva pegada, su velocidad y su férrea disciplina. Un referente que, junto a su padre, forma parte de su inspiración diaria.
Luis “Duro” May, desde la experiencia, le ha dado un consejo fundamental: “Sin disciplina no hay nada. Es la llave que abre la puerta al éxito. Entrenar en la mañana, en la tarde, descansar bien… con eso vas a tener éxito”, asegura el veterano campeón.
Ver a su hijo dar el primer paso como profesional lo llena de emoción: “Él va a empezar más joven que yo. Con lo que hemos aprendido, vamos a hacer grandes cosas. Si cabe en tu mente, cabe en tu mundo”.
El sueño de Antonio “Duro” May Jr. es claro: pelear en Las Vegas. Pero antes, deberá probarse en su tierra, en Sisal, donde todo está listo para su primera batalla como profesional. El apellido pesa, sí, pero la voluntad de Antonio promete abrirse paso a puño limpio.
“Si no hay sacrificio, no hay gloria.”