Editorial

» En Quintana Roo teníamos la “fortuna” de contar con el deporte profesional en sus modalidades de fútbol soccer, básquetbol y béisbol, equipos que seguramente se llevan de apoyo “carretadas de dinero”, pero a la postre, en qué beneficia a los quintanarroense: solo “pan y circo”, mientras los deportistas locales piden y ruegan por apoyos para realizar sus actividades.

Hasta el momento sólo los Tigres de Quintana Roo han sacado la casta, de los Potros del Atlante “bye lulú”, como diría un locutor y a últimas fechas conductor de un programa de televisión local. En el 2007 tras la paupérrima asistencia de público en el Estadio Azteca, la directiva del Atlante decidió mudarse a este polo turístico. El anuncio se produjo el 14 de mayo de 2007 en una conferencia de prensa en el hotel Ritz Carlton .

El estadio elegido fue el “Olímpico” Andrés Quintana Roo, el cual fue remodelado para una capacidad para 20 mil personas. Además, se le ampliaron los vestuarios y le fueron instaladas tribunas tubulares.

En su primer año en Cancún consiguió su quinto título de liga frente a los Pumas de la UNAM, a quien vencieron en la final tras empatar a cero goles en el juego de ida en Ciudad Universitaria y 2-1 en el juego de vuelta en el Olímpico Andrés Quintana Roo. “Se soñó mucho”, pero la realidad fue otra.

El desmantelamiento del equipo, la falta de “amor” entre la afición desembocó en el descenso y se perdió mucho dinero y empleos.

Pioneros de Quintana Roo, en el deporte ráfaga, llegó a Quintana Roo en el 2006, pero hasta la fecha no ha logrado nada en la Liga Nacional de Baloncesto Profesional. En este año jugó la final ante los Rojos de Veracruz, es verdad, que vendió la cara la derrota, pero ¿y qué?, siempre pasará a la historia solo el ganador.