Cory Schlesinger fue fullback de los Leones de Detroit de 1995 a 2006. En su paso por la NFL fue considerado de los mejores hombres en su posición. Una de sus jugadas favoritas era embestir de frente a los defensivos cuando trataban de detenerlo, pero en la acción rompía la barrera protectora de su casco con frecuencia. Pero esa agresividad le perjudicó, ahora enfrenta las secuelas de lesiones en la cabeza.
Schlesinger ahora tiene 41 años de edad y trabaja como maestro en una preparatoria. Asegura que en este momento padece de algunos problemas de memoria y le preocupa que conforme pase el tiempo éstos aumenten.
«Quedan algunos efectos residuales. Tengo que recordar cosas mucho más; tengo que pensar en las cosas mucho más. Por eso pienso que hay un efecto allí».
Schlesinger no quiso demandar a la NFL como lo hicieron miles de ex jugadores, que aseguran que les fueron suministradas drogas y potentes analgésicos con al finalidad de que continuaran brindando espectáculo en las canchas semana tras semana. Pero, a pesar de sus problemas de salud, afirma que jamás hubiera cambiado su decisión de jugar futbol.
«El futbol fue bueno para mí en el aspecto de que lo jugué por 12 años. Fue un buen trabajo en aquel momento… ‘¿Que si de cualquier forma hubiera jugado?’ Absolutamente. Yo lo hubiera hecho exactamente de la misma manera».
Así como Schlesinger, muchos otros de los exjugadores que sufren de problemas de salud a consecuencia de su paso por la NFL, garantizan que si tuvieran la oportunidad de elegir nuevamente si jugar o no, definitivamente sí lo harían.